La casa, la suma de partes auténticas
La buena acogida característica de Can Jeroni es presente en cada rincón de la casa. Las reformas del edificio han preservado su valor original y muestran aquella sensibilidad especial que siempre hemos tenido con el restaurante.
LA SALA DE SIEMPRE
Con unas vistas de la iglesia y la ribera únicas, en la sala de toda la vida hemos mantenido el estado original del restaurante. Una comida en esta sala es un pequeño viaje atrás en el tiempo.
LA ANTIGUA BODEGA
Con la reconstrucción del 2005, acondicionamos la bodega como comedor. Un equilibrio muy logrado entre los elementos le merecieron el Premio de Arquitectura de las Comarcas de Girona (interiorismo-2005). La atmósfera de la bodega está aún viva, las paredes no dejan escapar la esencia.
EL RESERVADO
Con una única mesa, para disfrutar de la chimenea con intimidad, el reservado es aquel rincón mágico que toda casa centenaria tiene. Una buena compañía, el chasquido de la leña que se consume y las vistas de la ribera son los ingredientes para inviernos de ensueño.
EL EXTERIOR
En la plaza, con una ubicación privilegiada, la terraza exterior no deja indiferente. Un lugar para vivir sensaciones excepcionales. La terraza de la casa es, simplemente, un puente entre sentidos.