El pueblo que acompaña al visitante
Beget, situado en el extremo oeste de la Alta Garrotxa, se encuentra a 541 metros sobre el nivel del mar. Fue incorporado en 1969 a la villa de Camprodón (Ripollès), gracias a las buenas comunicaciones con la comarca vecina.
El núcleo, rodeado por bosques de encinas y robles, descansa en el fondo del valle junto a las rieras. Las casas fueron construidas con piedra de la zona y forman calles estrechas que hacen que el visitante se sienta cálidamente arropado.
El clima, suave en invierno, favorece los paseos y las tertulias de mediodía. En verano, el río ayuda a refrescar el ambiente y su ritmo está presente en muchos rincones del pueblo, alimentando la fantasía de cada uno. Las estrechas dimensiones de los dos puentes medievales no hacen posible el acceso con vehículos motorizados en la parte central del pueblo.
La iglesia de Sant Cristòfor está abierta para visitas no guiadas. Fue declarada Monumento Nacional en 1931 y vela en su interior La Majestad de Beget, un claro ejemplo de Románico Catalán.